Lesiones de la cabeza - versión breve

(Head Injury - Brief Version)

¿Qué es una lesión de la cabeza?

La mayoría de las lesiones de la cabeza resultan en una simple lesión del cuero cabelludo y no dañan el cerebro. Aun las lesiones leves pueden resultar en chichones grandes debido al abundante suministro de sangre del cuero cabelludo. Es por esto que aun las pequeñas cortadas de la cabeza pueden sangrar en abundancia. Unicamente del 1% al 2% de los niños con lesiones de la cabeza sufren fracturas del cráneo. Las concusiones ocurren únicamente cuando se presenta pérdida temporal del conocimiento, confusión y amnesia (pérdida de la memoria).

¿Cómo puedo cuidar a mi hijo?

  • Cuidado de la herida. Lave los raspones con agua y jabón. Para detener hemorragias, aplique presión sobre la herida con un paño limpio (o con gasa estéril de ser posible) durante 10 minutos. En caso de hinchazón, aplique hielo durante 20 minutos.
  • Descanso. Procure que su hijo se acueste y descanse hasta que todos los síntomas hayan desaparecido (o por lo menos durante 2 horas). Su hijo puede dormir y no es necesario tratar de mantenerlo despierto. Simplemente procure acostarlo cerca de donde usted se encuentre a fin de poder vigilarlo de vez en cuando. No le administre analgésicos. Si el dolor de cabeza es tan fuerte que requiera de analgésicos, su hijo debe ser examinado por un médico.
  • Dieta. Ofrézcale a su hijo líquidos transparentes únicamente hasta 2 horas después de que su hijo haya dejado de vomitar.
  • Precauciones especiales. Despierte a su hijo dos veces durante la noche, una vez antes de irse usted misma a la cama y 4 horas después de esto. Al despertarlo, levántelo y hágalo caminar y hablar normalmente. Siga estas indicaciones durante dos noches y después vuelva a la rutina normal.

Llame inmediatamente al médico de su hijo si:

  • La piel ha sido abierta en dos y requiere de puntadas quirúrgicas.
  • El dolor de cabeza es severo.
  • Su hijo tiene vómito en tres ocasiones o más.
  • Su hijo tiene visión doble o borrosa.
  • Se vuelve difícil despertar al niño o parece confundido.
  • Su hijo tiene dificultades para hablar o caminar.
  • La condición neurológica de su hijo empeora de cualquier otra forma.


Escrito por B.D. Schmitt, M.D., autor de "Your Child's Health", Bantam Books.
Published originally by McKesson Health Solutions LLC.
Adapted by Premier Care Pediatrics, PA.
Este material se revisa periódicamente y está sujeto a cambios en la medida que aparezca nueva información médica. Se proporciona sólo para fines informativos y educativos, y no pretende reemplazar la evaluación, consejo, diagnóstico o tratamiento médico proporcionados por su profesional de atención de la salud.