Llame de inmediato si piensa que si hijo ha ingerido algún veneno.
Esté preparada para responder a las siguientes preguntas:
Las substancias ácidas, álcalis o los productors de petroleo incluyen: productos para limpiar el inodoro, productos para destapar las cañerías, lejía, detergente para lavaplatos automático, tabletas Clinitest, amoníaco, blanqueadores, querosén, gasolina, benceno, productos para pulir muebles y fluido para encendedor. Si estos agentes son vomitados, pueden causar daño adicional al esófago o a los pulmones.
No induzca el vómito. Déle a su niño 2 ó 3 onzas de agua (o leche) para enjuagar el esófago. Mantenga a su hijo en posición sentada o parada para proteger el esófago. No le dé a su hijo demasiado líquido porque lo puede hacer vomitar. No deje que se acueste. Su médico decidirá dónde querrá verlo. Traiga consigo el recipiente en que estaba el veneno.
Las substancias venenosas incluyen a la mayoría de los fármacos recetados, productos químicos y plantas. Los fármacos más peligrosos de todos (en sobredosis) son los barbitúricos, clonidina, los productos digitálicos, narcóticos, Lomotil, Darvon, Tofranil y otros antidepresores tricíclicos. Algunas medicinas que no requieren receta y que son peligrosas son el hierro y la aspirina.
El número de la línea de asistencia del Centro Nacional de Envenenamiento es 1-800-222-1222. Este número lo conectará automáticamente con su centro local de envenenamiento. No induzca el vómito. Ya no se usa el jarabe de ipecac para tratar el envenenamiento. Si tiene ipecac en su casa, échelo en el inodoro.
Afortunadamente, las substancias no comestibles que ingieren la mayoría de los niños no producen síntomas serios. No es necesario inducir el vómito. Algunos ejemplos de substancias que no son tóxicas son las velas, la tiza, los crayones (crayolas), las plumas, los marcadores, los lápices (los lápices no contienen plomo; se hacen de grafito), los cosméticos (excepto los tintes para el cabello y los quitaesmaltes para uñas), los alimentos para perros y gatos, los desodorantes, los detergentes, los jabones, la tierra, las grasas, los aceites, los aerosoles para el pelo, las cremas para las manos, el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) al 3%, los lápices labiales, los perfumes, la vaselina, los coloretes, los champús, la crema de afeitar y las cremas bronceadoras. Algunos fármacos inocuos son las píldoras para el control de la natalidad, los antiácidos, los laxantes, los ablandadores fecales y las vitaminas (a menos que contengan hierro). Para confirmar que lo que haya ingerido su hijo sea inofensivo, llame al consultorio de su médico.