Una pestaña, aserrín, arena o suciedad pueden entrar en los ojos. El síntoma principal es irritación o dolor.
Hágale inclinar a su hijo hacia adelante y trate de sacar los fragmentos de vidrio que estén en la piel, soplando sobre los párpados cerrados. Vierta agua sobre los párpados y la cara para sacar todo resto de vidrio. Cúbrale los ojos con una toallita de baño mojada y acuda a su médico. No debe frotarse el ojo.
Si hay numerosas partículas en el ojo (tales como polvo o arena), limpie primero alrededor del ojo con una toallita de baño mojada. Luego, haga que su hijo trate de abrir y cerrar el ojo repetidamente, mientras sumerge ese lado de la cara en un recipiente con agua. Si su hijo es demasiado pequeño para colaborar en esto, sosténgalo con la cara hacia arriba bajo el flujo suave de agua corriente tibia. Los párpados deben ser sostenidos en posición abierta durante la irrigación.
Si la partícula está en el ángulo del ojo, trate de sacarla con la punta de un pañuelo limpio o con un hisopillo de algodón humedecido.
Si la partícula está bajo el párpado inferior, tire del párpado inferior hacia afuera oprimiendo la mejilla y toque la partícula con un hisopillo de algodón humedecido. Si eso no da resultado, pruebe a verter agua sobre la partícula mientras sostiene el párpado hacia afuera.
Si no puede verse la partícula, es probable que esté bajo el párpado superior (el lugar donde suele estar más comúnmente cuando no es visible). Haga que su hijo abra y cierre el ojo repetidamente mientras mantiene la cara sumergida en un recipiente (por ejemplo, molde para pasteles u otro semejante). Si esto no da resultado, tire del párpado superior hacia afuera y colóquelo sobre el párpado inferior. Esto a veces desaloja la partícula.