Hacerse encima (encopresis) por retener la materia fecal
¿Qué es hacerse encima (encopresis)?
Alrededor del 5% de los niños se niegan a aprender a dejar
los pañales. Resisten la autoridad de sus padres y no
quieren usar el inodoro. Algunos de esos niños se resisten a
evacuar el intestino. Esta conducta puede causar
estreñimiento, evacuaciones con dolor y también un bloqueo
intestinal completo (materia fecal impactada). Los niños que
tienen un bloqueo intestinal pierden constantemente materia
fecal en pequeñas cantidades. Esto se llama encopresis, o
hacerse encima. Si el bloqueo intestinal persiste por mucho
tiempo, el recto y el colon se estiran y cambian de forma, y
ya no pueden contraerse para expulsar la materia fecal. Es
posible que haya que darle enemas al niño para
desbloquearlo. Para que su hijo se desbloquee por completo
habrá que darle laxantes o ablandadores fecales durante 3 a
6 meses. Es importante poder reconocer cuándo su hijo se
está resistiendo a evacuar el intestino, y tratarlo
vigorosamente.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo?
- Explíquele a su hijo cuál es su meta. Explíquele a su
hijo que su tarea es hacer que salga popó todos los
días. Dígale: tu cuerpo hace popó todos los días y el
popó quiere salir todos los días. A los niños más
grandes, que se sienten incómodos con las pérdidas de
materia fecal, se les puede decir si haces popó todos
los días y mantienes tu cuerpo vacío, no te harás más
encima.
- Déle laxantes para mantener vacío el recto. La mayoría
de los niños que se niegan a evacuar el intestino
necesitan tomar laxantes para vaciarlo. Los laxantes (o
estimulantes intestinales) hacen contraer el intestino
grueso, empujando la materia fecal hacia el recto. La
mayoría de los laxantes contienen senna, un extracto de
plantas naturales. No tenga miedo que su hijo se haga
dependiente de los laxantes (es decir, que sólo pueda
mover el intestino si los toma). A los niños se les
puede ir quitando los laxantes gradualmente, aun después
de haberlos usado por muchos meses. El objetivo más
importante es mantener el recto vacío.
El laxante de su niño es
_________________________________________. La dosis es
de _______________________ dada
_________________________.
Plan alternativo para prevenir bloqueos: Si su hijo no
mueve el intestino en 48 horas, déle
____________________.
- Déle ablandadores fecales para evacuaciones duras. Los
ablandadores fecales permiten ablandar la materia fecal
y facilitan su paso por el intestino. A diferencia de
los laxantes, no causan contracciones ni presión sobre
el intestino. Algunos de los ablandadores fecales que se
recomiendan más comúnmente son el aceite mineral, la
leche de magnesia, Miralax y productos con alto
contenido de fibra.
El ablandador fecal de su hijo es
________________________. La dosis es
__________________________.
Aumente la dosis gradualmente hasta que su hijo tenga 1
ó 2 evacuaciones blandas por día.
- Transfiera toda la responsabilidad a su hijo. Su hijo
decidirá usar el inodoro sólo después de darse cuenta
que ya no hay nada que resistir. Tenga una última
plática con su hijo sobre el tema. Dígale a su hijo que
su cuerpo produce popó todos los días, y que el popó le
pertenece a él. Dígale que su popó quiere ir al inodoro
y que su deber es ayudar a que el popó salga. Dígale a
su hijo que lamenta haberlo forzado a sentarse en el
inodoro o haberle insistido demasiadas veces. Dígale que
de ahora en adelante ya no va a necesitar más ayuda.
Después deje de hablar del tema por completo (pláticas
de bacinica). Finja que no está preocupada del tema.
Cuando su hijo deje de escuchar quejas porque no
aprendió a ir al baño, decidirá eventualmente ir al baño
para llamar la atención.
- Deje de insistirle que vaya al baño. Deje que su hijo
decida solo cuando tiene que ir al baño. Él ya sabe la
sensación que le viene cuando tiene ganas de hacer popó,
y dónde queda el baño. Los recordatorios son una forma
de poner presión, y la presión causa resistencia en el
niño. Deje de hacer sesiones de práctica y no lo haga
sentarse en el inodoro contra su voluntad, porque su
resistencia aumentará. Tiene que tener la satisfacción
de haber llegado al éxito sin ayuda de nadie.
Pero el negarse a evacuar el intestino puede causar
daños físicos, de manera que hay excepciones a la regla
de no recordarle más a su hijo:
- Si su hijo se queja de dolor abdominal, explíquele
cómo lo puede aliviar. Dígale: El popó quiere salir,
el popó necesita tu ayuda, si te niegas a ir al baño
te dolerá la panza. Ofrézcale ayuda para sentarlo en
una tina con agua caliente, para relajar los músculos
alrededor del ano. Si se niega, dígale no te puedo
ayudar. Tienes que ayudarte a ti mismo. Después no
preste atención a su hijo o hágalo pasar tiempo a
solas. Dígale que vuelva después que salió el popó.
No le brinde atención positiva si se niega a evacuar
el intestino.
- Si nota que su hijo se niega a evacuar el intestino,
al principio no diga nada para ver si se corrige. Si
se niega por más de 5 minutos, recuérdeselo de manera
cordial. Dígale primero: Tu cuerpo te está hablando.
¿Qué te está diciendo? Si fuera necesario, agregue El
popó quiere salir de tu cuerpo e ir al inodoro. El
popó necesita tu ayuda. Dígale a su hijo que sentarse
en el inodoro debe ser divertido. Pregúntele qué le
gustaría hacer (por ejemplo, leer libros especiales).
Si rechaza su oferta de realizar actividades
divertidas en el inodoro, no diga más nada y déjelo
decidir cómo quiere responder a la presión que siente
en el recto.
- Si pierde materia fecal, ponga a su hijo en la cárcel de
popó. Si su hijo tiene pérdidas de materia fecal, no
deje que haga cosas especiales hasta que evacue su
intestino. Dígale: Cuando pierdes popó, quiere decir que
hay mucho popó adentro que está tratando de salir, y
necesitas tiempo para pensar cómo ayudar a tu cuerpo a
sacarla de allí. Dígale a su hijo que no podrá hacer
cosas especiales hasta que tenga una evacuación grande.
Sólo podrá salir para hacer cosas esenciales: comidas,
ir a la guardería o la escuela, clases programadas (por
ejemplo, lecciones de música o eventos de equipo). De lo
contrario, pasará tiempo en su cuarto sin televisión,
vídeos, juegos de computadoras, visitas de amigos o
jugar afuera hasta completar su deber. Use el término
cárcel de popó para que la intervención sea graciosa y
más aceptable para los niños. Puede decirle a su hijo
que esto es lo que dijo el doctor, para proteger su rol
de aliada del niño. Si su hijo se queja, déle un abrazo
y échele la culpa al médico. Si esto no funciona, piense
en confinar su hijo al baño, informándole que sólo podrá
salir si produce una evacuación de tamaño normal.
Si su hijo pasa 2 ó 3 días sin una evacuación, no deje
que haga cosas especiales hasta que tenga una evacuación
grande (por lo menos del tamaño de un plátano). Recuerde
que el negarse a evacuar hace que la materia fecal salga
más larga y ancha. Después de 4 ó 5 días, se hará
demasiado gruesa para poder pasar por el recto.
- Dé incentivos por usar el inodoro. Su tarea principal es
encontrar el incentivo adecuado. Los incentivos
especiales, como las golosinas predilectas o tiempo para
ver un vídeo, pueden ser invalorables. Cuando su hijo
use el inodoro para mover el intestino, al principio no
importa que le dé demasiadas recompensas (por ejemplo,
varios bocados cada vez). Recuerde que los incentivos
funcionan mejor si se trata de algo que su hijo no
recibe todos los días. Si quiere tener éxito, hágale a
su hijo una oferta que no pueda rechazar (como ir a un
lugar especial). Además aliéntelo en forma positiva, por
ejemplo elógielo y abrácelo cada vez que use el inodoro.
En los días exitosos, puede por ejemplo tomar 20 minutos
más para jugar un juego especial con su hijo, o llevarlo
a su plaza favorita.
- Déle estrellas de premio por usar el inodoro. Compre un
almanaque para su hijo y cuélguelo en un lugar visible.
Llámelo el diario de popó bueno. Hágale poner una
estrella en el almanaque cada vez que haga popó en el
inodoro. Mantenga un registro del progreso realizado por
su hijo hasta que haya pasado 1 mes entero sin hacerse
encima.
- Ponga la bacinica en un lugar conveniente. Coloque la
bacinica en el cuarto que su hijo usa normalmente para
jugar. De esa manera podrá recordarse visualmente de que
la bacinica es una opción que puede usar cuando tenga
ganas de ir al baño.
- Si fuera necesario, permita que su hijo use pañales o
calzoncitos desechables (Pull-ups) para hacer popó. El
objetivo es que su hijo quiera evacuar el intestino, en
vez de negarse a hacerlo. Si su hijo se niega a sentarse
en el inodoro, hacer popó en los pañales es siempre
mejor que negarse a evacuar el intestino. Por lo tanto,
permítale que use pañales. No obstante, no deje que su
hijo use pañales todo el día. Póngale a su hijo ropa
interior suelta para que tenga que decidir si usar el
inodoro o pedirle un pañal cada vez que tenga ganas de
hacer popó. Para que pueda tomar la decisión correcta,
ofrézcale incentivos importantes (por ejemplo, una
visita al restaurante predilecto o a la juguetería) por
hacer popó en el inodoro. Ofrezca incentivos menores
(por ejemplo, una golosina) por hacer popó en el pañal.
Al ponerle ropa interior también le está dando un
incentivo para mantener el control de su orina y no
mojarse.
- Si se hace encima, ayude a su hijo a cambiarse de ropa.
No lo pase por alto. Su papel principal en este nuevo
programa es hacer cumplir la siguiente regla: la gente
no puede caminar con los pantalones sucios de popó. Es
probable que su hijo necesite ayuda para limpiarse, pero
hágalo participar. Cámbiele los pantalones rápidamente y
de forma neutral. Si su hijo se niega a que lo cambien,
no deje que haga cosas especiales o haga que pase tiempo
a solas en su cuarto hasta que esté listo para
aceptarlo.
¿Cuándo debo llamar al profesional médico de mi hijo?
Llame durante el horario de consultorio si:
- Cree que su hijo tiene un bloqueo de materia fecal.
- Las evacuaciones de su hijo le siguen doliendo.
- Tiene alguna otra pregunta o preocupación.
Escrito por B.D. Schmitt, M.D., autor de Your Child's Health, Bantam Books.
Published originally by McKesson Health Solutions LLC.
Adapted by Premier Care Pediatrics, PA.
Este material se revisa periódicamente y está sujeto a cambios
en la medida que aparezca nueva información médica. Se proporciona
sólo para fines informativos y educativos, y no pretende
reemplazar la evaluación, consejo, diagnóstico o tratamiento médico
proporcionados por su profesional de atención de la salud.