Adolescentes: como tratar la rebeldia normal

(Adolescents: Dealing with Normal Rebellion)

La tarea principal de los adolescentes en nuestra cultura es emanciparse psicológicamente de sus padres. El adolescente debe dejar de lado la relación de dependencia que tuvo en la niñez. Antes de que pueda desarrollar una relación adulta con sus padres, el adolescente primero debe distanciarse de la forma en que se relacionó con ellos en el pasado. Es normal que este proceso esté caracterizado por cierta cantidad de rebeldía, desafío, insatisfacción, confusión, inquietud y ambivalencia. Las emociones generalmente están exaltadas. Las fluctuaciones amplias del estado de ánimo son comunes. En la mejor de las circunstancias, esta rebeldía del adolescente continúa durante aproximadamente 2 años; no es raro que persista durante 4 a 6 años.

¿Qué puedo hacer cuando mi hijo adolescente se rebela?

Las siguientes guías generales pueden ayudarle a usted y a su hijo adolescente a superar este período difícil.

  • Trate a su hijo adolescente como a un amigo adulto.

    Cuando su hijo tenga más o menos 12 años de edad, empiece a tratar de establecer la clase de relación que usted querría tener con él cuando sea adulto. Trate a su hijo en la forma en que le gustaría que él la tratara a usted cuando sea adulto. El objetivo que debe fijarse es el mutuo respeto y apoyo, y la capacidad de divertirse juntos. Procure tener conversaciones relajadas, informales, mientras andan juntos en bicicleta, caminan, van de compras, juegan a la pelota, pasean en automóvil, cocinan, comen, trabajan, y en cualquier otra actividad que compartan. Utilice el elogio y la confianza para ayudarle a adquirir una imagen positiva de sí mismo. Reconozca y corrobore los sentimientos de su hijo escuchándole en forma comprensiva y haciendo comentarios sin criticar. Recuerde que escuchar no quiere decir que usted tenga que resolver los problemas de su hijo adolescente. La amistad es la mejor base para el buen funcionamiento de la familia.

  • Evite la crítica en aquellas situaciones en que "no hay caso de ganar".

    Casi todas las relaciones negativas entre padres y adolescentes se desarrollan porque los padres critican demasiado a los hijos. Gran parte del comportamiento de un adolescente que provoca la desaprobación de los padres simplemente refleja la conformidad con los gustos actuales de su grupo de amigos. La inmersión en el grupo de amigos es una de las etapas esenciales del desarrollo de los adolescentes. El hecho de vestirse, hablar y actuar en forma diferente a la de los adultos ayuda a que su hijo se sienta independiente de usted. Trate de evitar cualquier crítica de su manera de vestir, el peinado, el maquillaje, la música, los tipos de baile, las amistades, los intereses recreativos, la decoración de su cuarto, cómo pasa su tiempo libre, el uso del dinero, el lenguaje, la postura, la religión y filosofía. Esto no significa que no pueda expresar su opinión personal sobre estos temas. Pero permitir que su hijo adolescente se rebele en estos campos de importancia secundaria a menudo evita que lo haga en campos importantes, tales como la experimentación con drogas, escapadas o robos. Solamente intervenga y trate de efectuar un cambio si el comportamiento de su hijo adolescente es perjudicial, ilícito o viola los derechos de usted (vea las Secciones 4 y 5 sobre las Reglas de la casa).

    Otro error común es criticar el estado de ánimo o la actitud de su hijo adolescente. Una actitud negativa o perezosa sólo puede ser modificada con el buen ejemplo y los elogios. Entre más insista en comportamientos no tradicionales (aun los raros), más durarán.

  • Deje que las reglas sociales y las consecuencias le enseñen responsabilidad fuera de casa.

    Su hijo adolescente debe aprender por su propia experiencia y sus propios errores. A medida que experimenta, aprenderá a asumir la responsabilidad de sus decisiones y de sus acciones. La madre o el padre deben intervenir sólo si el adolescente se propone hacer algo peligroso o ilegal. Por lo demás, el padre y la madre deben confiar en la autodisciplina del adolescente, en la presión ejercida por sus compañeros para que se comporte responsablemente, y en las lecciones aprendidas por las consecuencias de sus acciones.

    Los reglamentos locales de toque de queda ayudarán a controlar las llegadas tarde a casa. El requisito de la escuela de asistencia puntual a clases influirá en la hora en que su hijo adolescente se acuesta por la noche. Las calificaciones escolares harán que su hijo adolescente sea responsable de sus tareas y otros aspectos de su rendimiento en la escuela. Si su hijo muestra una actitud negativa en un empleo, será despedido. Si se junta con malos compañeros, encontrará que no guardan sus confidencias o que lo hacen meter en problemas. Si no practica un deporte con tesón, será presionado por el equipo y por el entrenador para que mejore. Si derrocha el dinero que le dan los padres o que gana en su trabajo, se quedará sin dinero antes de fin de mes.

    Si por casualidad su hijo le pide consejos acerca de las actividades fuera de la casa, trate de describirle los pros y los contras en una forma breve e imparcial. Pregúntele cosas que le ayuden a pensar sobre los riesgos principales. Luego, concluya sus observaciones con un comentario como "Haz lo que creas que es lo mejor". Los adolescentes necesitan muchas oportunidades de aprender por sus propios errores antes de que dejen la casa y tengan que resolver sus problemas sin un sistema de apoyo constantemente presente.

  • Aclare las reglas de la casa y las consecuencias por no respetarlas.

    Usted tiene el derecho y la responsabilidad de establecer reglas con respecto a su casa y otras posesiones. Las preferencias de un adolescente pueden ser toleradas dentro de su propio cuarto, pero no deben ser impuestas al resto de la casa. Usted puede prohibir la música estridente que interfiere con las actividades de otras personas, o las llamadas telefónicas de sus amigos después de las 10:00 p.m. Aunque debe hacer que las amistades de su hijo adolescente se sientan bienvenidas en su casa, aclare las reglas básicas acerca de las fiestas o de los lugares donde pueden comer bocadillos. Puede darle a su hijo la responsabilidad de limpiar su cuarto, lavar su ropa y plancharla. Usted puede insistir en el uso adecuado de ropa limpia y duchas para evitar o eliminar el mal olor. Al padre o la madre toca decidir si quiere prestarle al hijo o a la hija el automóvil, la bicicleta, la cámara, el radio, ropa, etc.

    Las consecuencias razonables por no respetar las reglas de la casa incluyen la pérdida de ciertos privilegios, como por ejemplo: teléfono, tele, música y usar el carro. (Mandarlo a su cuarto no suele ser útil con los adolescentes, y el castigo físico puede convertirse en una ruptura seria de la relación establecida entre los padres y el hijo). Si su hijo adolescente rompe algo, deberá repararlo él mismo o bien pagar para hacerlo reparar o para reponerlo. Si crea desorden o ensucia algo, deberá ordenar las cosas o limpiar lo que ensucie. Si su hijo adolescente no se desempeña bien en la escuela, puede restringirle el tiempo que puede dedicar a ver televisión. También puede limitarle el privilegio de uso del teléfono y las salidas de noche durante la semana. Si su hijo adolescente está fuera de casa hasta muy tarde o no le llama por teléfono cuando se demora, puede prohibirle salir durante un día o un fin de semana. En general, la prohibición de salir durante más de unos cuantos días es considerada injusta y resulta difícil hacerla cumplir.

  • Haga que la familia participe en la formulación de las reglas de la casa.

    Algunas familias encuentran útil tener una breve reunión después de la cena, una vez por semana. En esta ocasión, su hijo adolescente puede pedir cambios en las reglas de la casa o mencionar algunas cuestiones familiares que estén causando problemas. Usted también puede plantear algún asunto (tal como la exigencia de su hijo adolescente de que se lo lleve en automóvil a demasiados lugares y la necesidad de que su hijo le ayude a organizar, con los padres de un grupo de compañeros, el transporte colectivo por turno). A menudo la unidad familiar funciona mejor si se llega a las decisiones democráticamente. El objetivo de la negociación debe ser que ganen las dos partes. Debe haber un ambiente de: "Nadie tiene la culpa, pero tenemos un problema. ¿Cómo podemos resolverlo?"

  • Manténgase a distancia cuando su hijo adolescente está malhumorado.

    En general, cuando su hijo adolescente está de mal humor, no querrá hablar de ello con usted. Si los adolescentes quieren hablar sobre un problema con alguien, generalmente es con algún amigo íntimo. En general, en esas ocasiones es conveniente dejarlo tranquilo y respetar su intimidad. Este es un mal momento para hablar con su hijo adolescente de cualquier cosa, sin importar si es algo agradable o no.

  • Enfoque la falta de cortesía con mensajes de "yo".

    Los adolescentes comúnmente hablan a sus padres en forma descortés o irrespetuosa. Queremos que nuestros adolescentes expresen su ira verbalmente y que desafíen nuestras opiniones de manera lógica. Necesitamos escuchar. Espere que su adolescente presente su caso de manera apasionada, hasta irrazonable. Pase por alto las pequeñeces--son solamente palabras. Pero no acepte comentarios irrespetuosos como el hecho de que le llame "estúpido". A diferencia de una actitud negativa, esas expresiones desagradables no deben ser pasadas por alto. Usted puede responder con un comentario como "Realmente me duele que me desaires o que no contestes a mi pregunta". Diga esto en una forma tan tranquila como sea posible. Si su hijo adolescente sigue haciendo observaciones airadas y desagradables, salga del cuarto. No se meta en una competencia de gritos con su hijo adolescente porque éste no es un tipo de comportamiento aceptable en las relaciones externas.

    Lo que usted está tratando de enseñarle es que todo el mundo tiene el derecho de no estar de acuerdo, incluso de expresar su enojo, pero que los gritos y la conversación descortés no están permitidos en la casa. Tal vez usted pueda evitar el comportamiento ofensivo dando un ejemplo de cortesía, desacuerdo constructivo y capacidad para pedir disculpas.

¿Cuándo debo llamar al profesional médico de mi hijo?

Llame durante horas de oficina si:

  • Usted piensa que su hijo adolescente está deprimido, que tiene tendencias suicidas, que bebe o usa drogas, o que va a irse de la casa.
  • Su hijo adolescente está corriendo riesgos indebidos (por ejemplo, conduciendo el automóvil demasiado rápido o con descuidado).
  • Su hijo adolescente no tiene amigos íntimos.
  • El rendimiento escolar de su hijo adolescente está declinando en forma notable.
  • Su hijo adolescente falta frecuentemente a la escuela.
  • Las explosiones de ira de su hijo adolescente son destructivas o violentas.
  • Usted considera que la rebeldía de su hijo adolescente es excesiva.
  • Su hijo adolescente altera seriamente su vida familiar.
  • Usted encuentra que está aumentando sus críticas y castigos.
  • La relación que usted tiene con su hijo adolescente no mejora después de 3 meses de empezar a adoptar estos procedimientos.
  • Usted tiene otras preguntas o preocupaciones.


Escrito por B.D. Schmitt, M.D., autor de "Your Child's Health", Bantam Books.
Published originally by McKesson Health Solutions LLC.
Adapted by Premier Care Pediatrics, PA.
Este material se revisa periódicamente y está sujeto a cambios en la medida que aparezca nueva información médica. Se proporciona sólo para fines informativos y educativos, y no pretende reemplazar la evaluación, consejo, diagnóstico o tratamiento médico proporcionados por su profesional de atención de la salud.