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Depresión en niños y adolescentes

(Depression in Children and Teens)

¿Qué es la depresión?

La depresión infantil es un problema serio. Los niños y adolescentes que tienen depresión se siente tristes y melancólicos, y a veces faltos de esperanza. Todos tenemos momentos en que nos sentimos tristes y melancólicos. No obstante, cuando un niño se siente de esta manera por más de 2 semanas seguidas, se llama depresión clínica. La depresión clínica es un problema médico. La depresión puede ser leve, moderada o severa.

¿Cómo ocurre?

Las causas exactas de depresión en niños y adolescentes jóvenes no son claras. Se puede desencadenar por eventos estresantes, como problemas en la escuela, problemas con otros niños, pérdida de un amigo, divorcio de los padres, o muerte de una mascota o familiar. Los niños con discapacidades severas del aprendizaje, limitaciones físicas o problemas médicos, con frecuencia sufren de depresión. No obstante, la depresión se puede desencadenar sin ninguna causa específica.

En la niñez los varones y las mujeres corren un riesgo similar. La depresión es más seria cuando comienza antes de los 10 ó 11 años de edad y no se produce como consecuencia de un evento específico. Durante la adolescencia, las mujeres tienen el doble de probabilidad de tener depresión que los varones.

La depresión tiende a ocurrir en familias. Si usted, u otros miembros de su familia, han tenido depresión o trastorno bipolar, su hijo tendrá mayor probabilidad de tener depresión.

Los resultados de algunas investigaciones sugieren que la depresión puede ser causada por un desequilibrio químico en el cerebro.

¿Cuáles son los síntomas?

La depresión es algo diferente en los niños y adolescentes que en los adultos. Los adultos en general sienten tristeza y desesperanza, junto con cansancio. Los niños con depresión en general son más irritables y están de mal humor. Es posible que se muestren desafiantes. Su estado de ánimo puede pasar de tristeza a irritabilidad e ira súbita.

Los adolescentes tienen que lidiar con su pubertad, sus pares y el desarrollo de su propia personalidad. En toda esta confusión, es fácil perder los signos de depresión en un adolescente. Algunos niños y adolescentes no saben que están deprimidos. En vez de hablar sobre lo mal que se sienten, pueden manifestarlo con sus actos. Uno puede llegar a interpretarlo simplemente como mala conducta o desobediencia.

Un niño con síntomas de depresión:

  • Se irrita con frecuencia, pierde sus estribos, grita o se queja con frecuencia o actúa de manera imprudente.
  • Puede empezar a destruir cosas, como artículos del hogar o juguetes.
  • Tiene baja autoestima, y dice cosas como “Me odio” o “Soy estúpido”.
  • La mayor parte del tiempo está agitado, aburrido o cansado.
  • Pierde interés en las cosas que antes le gustaban, como música, deportes o salir con amigos, y quiere que lo dejen solo la mayor parte del tiempo.
  • Se olvida de muchas cosas y tiene problemas para prestar atención. De la misma manera que un niño con trastorno de déficit de atención/hiperactividad (ADHD, por sus siglas en inglés), el niño deprimido puede tener dificultad en concentrarse y hacer sus deberes.
  • Puede dormir mucho o tener problemas para dormirse de noche. Muchas veces se despierta en el medio de la noche y no se puede volver a dormir.
  • Pierde el apetito, es quisquilloso con la comida o come mucho.
  • Es extremadamente sensible al rechazo o el fracaso. O rechaza a los demás, por ejemplo rehusando la afección de los padres o separándose de sus amigos.
  • Habla sobre la muerte y el suicidio, diciendo cosas como “Quisiera estar muerto”.
  • Se siente culpable sin causa o cree que no vale nada. Se puede autolesionar, por ejemplo mordiendo, golpeando o cortándose.
  • No le importan las recompensas o consecuencias de no hacer las tareas o los deberes.

Los adolescentes con depresión también pueden tener síntomas tales como estar frecuentemente enojados, tener problemas en la escuela, violar las reglas, y separarse de amigos y familiares.

¿Cómo se diagnostica?

Muchos de los síntomas de la depresión son también síntomas de otros trastornos. A veces es difícil distinguir la depresión de otros problemas, como el trastorno bipolar, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático. La persona mejor calificada para diagnosticar la depresión es un terapeuta de salud mental que se especialice en niños y adolescentes. Junto con la depresión, los niños y adolescentes pueden tener también otros trastornos, como:

  • trastornos de ansiedad
  • trastorno de déficit de atención/hiperactividad (ADHD)
  • trastorno negativista desafiante (ODD, por sus siglas en inglés) o trastorno de conducta (mostrar ira o violencia peligrosa, destruir bienes y robar).

El profesional de salud mental le preguntará sobre la conducta y los síntomas de su hijo, su historia clínica y familiar, y cualquier medicamento que esté tomando. A veces habrá que hacerle análisis de laboratorio para descartar problemas médicos, como trastornos de la tiroides.

El diagnóstico de depresión en los niños es difícil y con frecuencia exige que su hijo vea a un terapeuta por varias semanas o meses.

¿Cómo se trata?

Tanto los medicamentos como la terapia son útiles para tratar la depresión en niños y adolescentes.

La terapia de conducta cognitiva (CBT, por sus siglas en inglés) ayuda a los niños a aprender sobre la depresión y les da destrezas para controlar sus síntomas físicos, los pensamientos negativos y las conductas problemáticas.

Con frecuencia es muy útil la terapia familiar. La terapia familiar trata a la familia en forma integral, en vez de concentrarse sólo en el niño. Los niños frecuentemente se sienten muy respaldados cuando los padres y hermanos los acompañan a terapia y trabajan en equipo.

Hay varios tipos de medicamentos que pueden ayudar con la depresión. El profesional médico de su hijo colaborará con usted para seleccionar el que más le convenga. Si los síntomas de ansiedad continúan, se pueden añadir medicamentos sólo para tratar la ansiedad. Si su hijo también tiene ADHD se le pueden recetar medicamentos para ADHD.

Si bien es raro, los antidepresivos pueden llegar a aumentar aún más la depresión o el estado maniaco del niño o adolescente, o inducir pensamientos suicidas. Es muy importante estar atento a los síntomas nuevos o el empeoramiento de los síntomas existentes, sobre todo cuando el niño comienza a tomar el medicamento. Hable con el profesional que le dio la receta sobre los riesgos y beneficios de estos medicamentos. En la mayoría de los casos hay más beneficios que riesgos.

Es importante que un profesional experimentado trabaje con usted y el niño. Los síntomas de depresión pueden volver. El profesional de salud mental que trata a su hijo puede recomendarle que continúe con la terapia o los medicamentos aun cuando su hijo ya se sienta mejor.

¿Cuánto duran los efectos?

La depresión en los niños puede ser un problema que ocurre una sola vez, o puede ser continuo. Muchos niños tienen problemas por semanas o meses. Sin tratamiento, la depresión puede volver a ocurrir y empeorar. No obstante, con el medicamento apropiado y terapia regular, la enfermedad se puede controlar bien. Muchos niños funcionan normalmente una vez que se haya establecido un buen régimen de tratamiento.

Los niños que han tenido depresión corren un mayor riesgo de volver a tenerla cuando son adolescentes y adultos.

¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hijo?

  • Pregúnteles a los niños o adolescentes si tienen pensamientos suicidas o han hecho algo para lesionarse a sí mismos. Si su niño o adolescente tiene pensamientos o conducta suicida, obtenga ayuda profesional de inmediato.
  • Si los síntomas duran más de 6 semanas, no los ignore. Si no obtiene ayuda profesional es posible que no desaparezcan, y que empeoren.
  • Aprenda todo lo posible. Lea, únase a grupos de respaldo y hable con otras personas que están lidiando con problemas de depresión.
  • Comprenda que usted no es responsable por la depresión de su hijo, aunque a veces se desencadene por un divorcio.
  • Si su hijo la rechaza, no se separe. Hágale saber que está dispuesto a estar con él en cualquier momento. Recuérdeselo una y otra vez. Es posible que lo tenga que escuchar con mucha frecuencia, porque cree no merecer su amor y atención.
  • Aliente a su hijo a que hable sobre cualquier cosa que quiera hablar. Sea un buen oyente. Esto ayuda a que el niño se dé cuenta que sus sentimientos y pensamientos son valiosos, que a usted realmente le importan, y que nunca dejó de interesarse en él, aun cuando estaba deprimido.
  • Compruebe que su hijo tome sus medicamentos todos los días, aunque se sienta bien. Si deja de tomar sus medicamentos cuando se siente bien, los problemas pueden volver a ocurrir. Hable con su profesional médico sobre los posibles efectos secundarios de los medicamentos.
  • Mantenga el horario de rutina cotidiano, como el horario de comidas y la hora de irse a la cama. Organice actividades bien estructuradas y predecibles para su hijo.
  • Sea firme y consistente con las reglas y consecuencias. Es importante para los niños deprimidos que se mantenga calma y en control al hacer cumplir las reglas y consecuencias.
  • Preste atención a su hijo, para detectar los primeros signos de depresión. Pídales a otras personas vinculadas con él, como consejeros escolares o maestros, que también lo observen de cerca.
  • Infórmeles a todos los profesionales médicos que traten a su hijo sobre todos los medicamentos que está tomando, para verificar que no haya conflicto con los medicamentos antidepresivos.

¿Cuándo debo pedir ayuda?

Si su hijo o adolescente tiene con frecuencia los síntomas de depresión mencionados anteriormente, obtenga ayuda profesional. No intente tratar estos síntomas por sí mismo. Necesita tratamiento profesional. Si su hijo o adolescente tiene pensamientos suicidas, o quiere hacerle daño a otros o a sí mismo, obtenga ayuda de emergencia.

Puede obtener más información de organizaciones como:

Alianza de Respaldo a la Depresión y el Trastorno Bipolar (Depression and Bipolar Support Alliance)
Teléfono: 800-826-3632
Sitio Web: http://www.dbsalliance.org

Alianza Nacional para los Enfermos Mentales (National Alliance for the Mentally Ill)
Teléfono: 800-950-NAMI (6264)
Sitio Web: http://www.nami.org

Instituto Nacional de Salud Mental (National Institute of Mental Health)
Teléfono: 866-615-NIMH (6464)
Sitio Web: http://www.nimh.nih.gov/

Alianza Nacional de Salud Mental (National Mental Health Alliance)
Teléfono: 800-969-NMHA (6642)
Sitio Web: http://www.nmha.org

Desarrollado por RelayHealth.
Published by RelayHealth.
Last modified: 2011-07-27
Last reviewed: 2011-06-28
Este material se revisa periódicamente y está sujeto a cambios en la medida que aparezca nueva información médica. Se proporciona sólo para fines informativos y educativos, y no pretende reemplazar la evaluación, consejo, diagnóstico o tratamiento médico proporcionados por su profesional de atención de la salud.
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